Garceta común 

(Egretta garzetta)

"Little Egret"
"Garça-branca"

Orden: Pelecaniformes                                          Familia: Ardeidae

OBSERVACIÓN:

Podemos observarla sobrevolando el Guadiana o posada en algún lugar cerca del río.

DESCRIPCIÓN:

Garza de mediano tamaño y de plumaje blanco, con largas patas negras y dedos amarillos, y un pico largo, de color negro y en forma de daga. Es, probablemente, una de las especies más elegantes de su familia. El individuo reproductor exhibe un par de plumas alargadas en la nuca, un grupo de plumas filamentosas y desflecadas en el pecho y el dorso y, principalmente en la época de cortejo, una pequeña área de piel desnuda situada delante del ojo, que adquiere una intensa tonalidad amarillenta. Los ejemplares no reproductores carecen de ornamentos, y el fragmento de piel desnuda junto al ojo es, en su caso, de color gris azulado o verdoso. Los individuos jóvenes son semejantes a los adultos no reproductores, aunque con el pico de un color más parduzco.

En el vuelo adopta la postura típica de este tipo de aves, con el cuello recogido en forma de "S" y las patas estiradas sobresaliendo por detrás de la corta cola.

Garceta común en las orillas del Guadiana ya con el plumaje reproductor (abril de 2016)

HÁBITAT:

Habita en una gran variedad de ambientes acuáticos, siempre de aguas someras y tranquilas, como marismas, lagunas y marjales con abundante vegetación arbórea y palustre donde se establecen para reproducirse. Fuera de la estación reproductora frecuenta todo tipo de humedales naturales o artificiales, desde terrenos inundables, embalses, remansos fluviales y salinas hasta canales de riego y arrozales.

ALIMENTACIÓN:

Se trata de una especie zoófaga. Su dieta se basa en pequeños peces, anfibios e insectos acuáticos y terrestres. En menor medida, consume crustáceos, lagartijas, lombrices, caracoles, pequeños mamíferos y culebras. Normalmente, busca a sus presas de forma activa, caminando por las orillas fangosas y removiendo nerviosamente el limo con las patas para desalojarlas de sus escondrijos.

REPRODUCCIÓN:

Se trata de una especie monógama y colonial, cuyos núcleos reproductores pueden sumar centenares de parejas.

La puesta se produce desde mediados de abril y consta de tres a cinco huevos (aunque puede llegar a ocho) de color verde azulado, mates y punteados en los extremos, que se decoloran durante la incubación. Ésta se prolonga a lo largo de unas 3 semanas aproximadamente y es llevada a cabo por ambos progenitores, lo cuales más tarde también se encargarán de su cuidado y alimentación. Al mes de nacer las crías ya abandonan el nido y su desarrollo se completa a los 40-45 días.

NIDIFICACIÓN:

El nido es construido por la hembra con los materiales que aporta el macho (ramas y tallos), sobre árboles o arbustos, a una altura variable de hasta 20 metros sobre el suelo.

El nido consiste en una desaliñada plataforma de ramas y tallos, de unos 30-35 centímetros de diámetro y 10-15 centímetros de altura.

CANTO:

Es una especie muy silenciosa. En ocasiones, principalmente a la hora de levantar el vuelo, emite una especie de ladrido ronco y sordo en forma de "wuorj o juaooj".
Su reclamo de saludo suele ser un sonoro "da-uah".

Como ha sucedido con otras ardeidas, la garceta común fue víctima de una intensa persecución que tenía por objeto obtener sus vistosas plumas ornamentales, usadas en la fabricación de sombreros. Actualmente, las principales amenazas giran en torno a la degradación de los humedales o la reducción de su superficie. Se considera, igualmente, que la excesiva dependencia del cultivo de arroz que manifiesta puede suponer un problema
de conservación a corto plazo si se modifican las superficies dedicadas a ese cultivo o los modelos de explotación. La garceta común aparece incluida en la categoría "De interés especial" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

MIGRACIONES:

Se trata de una especie residente en España, aunque son numerosos los ejemplares que emprenden desplazamientos, tanto de carácter dispersivo como migratorio, de diferente entidad. Es frecuente observar migraciones hacia el norte de la Península después de la reproducción o, incluso, que crucen el Estrecho para instalarse durante el invierno en África tropical. Este carácter viajero lleva a algunos ejemplares a cruzar el Atlántico para recalar en las costas americanas. La Península y Baleares constituyen, además de una importante zona de invernada, territorio de paso para numerosas garcetas europeas, especialmente aves francesas originarias de las nutridas colonias de La Camarga. Por el estrecho de Gibraltar se detecta el paso de ejemplares ya en el mes de julio, con un máximo en septiembre, aunque la mayoría de los efectivos migradores europeos abandonan las áreas de cría entre finales de agosto y principios de septiembre para encaminarse a sus refugios invernales, de los que regresarán paulatinamente a partir de comienzos de marzo.

AMENAZAS Y CONSERVACIÓN:

Como ha sucedido con otras ardeidas, la garceta común fue víctima de una intensa persecución que tenía por objeto obtener sus vistosas plumas ornamentales, usadas en la fabricación de sombreros. Actualmente, las principales amenazas giran en torno a la degradación de los humedales o la reducción de su superficie. Se considera, igualmente, que la excesiva dependencia del cultivo de arroz que manifiesta puede suponer un problema
de conservación a corto plazo si se modifican las superficies dedicadas a ese cultivo o los modelos de explotación. La garceta común aparece incluida en la categoría "De interés especial" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

© 2016 Aves de Badajoz. Rocío Salgado
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