Cormorán grande 

(Phalacrocorax carbo)

"Great Cormorant"
"Corvo-marinho-de-faces-brancas"

Orden: Pelecaniformes                                        Familia: Phalacrocoracidae

OBSERVACIÓN:

A menudo se les puede observar posados sobre las rocas o las ramas al otro lado de la orilla del río Guadiana, donde se disponen con las alas extendidas al sol para secar su plumaje. Se les puede observar con mayor facilidad desde lo alto del puente de Palmas al otro lado del parque. Incluso a veces podemos verlos nadando y buceando en el Guadiana en busca de alimento.

DESCRIPCIÓN:

Se trata de un ave grande, acuática, pariente de los pelícanos, de cuello largo, aspecto torpe y coloración oscura salvo la garganta, que es de tonos blanquecinos. El pico es prominente y gris, y las patas son de color negro. En la base de la mandíbula inferior presenta una zona desnuda de plumas, de color amarillo-anaranjado, que alcanza casi los ojos. No existe dimorfismo sexual, aunque los machos suelen ser mayores y más pesados que las hembras. Durante el periodo reproductor, los adultos muestran manchas blancas sobre la cabeza, los flancos y la parte superior de los muslos, y lucen un plumaje con tonos más lustrosos. Los jóvenes presentan las partes inferiores de tonos pálido-cremosos. Esta coloración de las plumas del dorso hace que parezcan escamas y su plumaje solo adquiere su brillo metálico cuando llegan a los 2.5 a 3 años de edad.

Al igual que otros cormoranes, tiene un plumaje poco impermeable, por lo que extiende sus alas para secarse. Vuela aleteando de forma estable, con algunos planeos ocasionales. Es característica su silueta de vuelo en forma de aspa. A menudo lo hace en fila o en formación.

Cormorán grande tomando el sol en una de las rocas de la orilla del río Guadiana

Cuando nada mantiene la línea de flotación elevada, con tres cuartas partes del cuerpo bajo el agua. Los cormoranes pueden sumergirse a profundidades de hasta 10 metros.

Cormorán nadando en el río Guadiana en busca de alimento

HÁBITAT:

Ocupa superficies de agua preferentemente abiertas, tanto costeras como del interior, dulces o saladas, siempre que alberguen buenas poblaciones de peces que les sirvan de sustento. Por tanto, puede encontrarse en lagos, lagunas, embalses, ríos, deltas, marismas, etc.

Es un animal gregario que suele formar concentraciones, en ocasiones bastante grandes, en dormideros y zonas de descanso. Pasan mucho tiempo posado en rocas o árboles, con las alas abiertas para dejar secar su plumaje.

ALIMENTACIÓN:

Esencialmente piscívoro, el cormorán grande puede capturar peces de gran tamaño, que pesca mientras bucea.

Se alimenta de un amplio abanico de especies, entre ellas las anguilas, que ocupan una parte considerable en su dieta en áreas donde está presente. Nada con su cuerpo sobresaliendo poco del agua, atisbando con frecuencia bajo la superficie para localizar peces. Depreda sobre las especies más nadadoras y diurnas, a las que persigue nadando o, más frecuentemente, buceando. Puede bucear a profundidades considerables, pero no suele alejarse de la costa. Permanece sumergido una media de 20-30 segundos. Devora sus capturas en la superficie y a veces cooperan varios individuos para acorralar conjuntamente a sus presas.

También puede alimentarse de algunos crustáceos y otros animales bentónicos.

Diversos tipos de peces, particularmente peces que se alimentan en el fondo; también crustáceos

REPRODUCCIÓN:

Se trata de una especie colonial. La puesta consta normalmente de 3 o 4 huevos de abril a mayo, de color azul verdoso, puestos a intervalos de 2-3 días, e incubados durante 25-31 días, pudiendo realizar puestas de reposición. Tras la eclosión, las crías son cuidadas y alimentadas por ambos progenitores y éstas serán totalmente independientes a los 50 días, y alcanzan la madurez sexual a los cuatro o cinco años de edad.

NIDIFICACIÓN:

Los cormoranes grandes anidan principalmente en la costa, anidando en los acantilados o los árboles (que en ocasiones matan con sus deposiciones), pero también se reproducen en humedales del interior. El nido se construye con materia vegetal a menudo compuesto por algas, ramitas y una capa superior de plumas. Puede reutilizar el nido año tras año.

CANTO:

Emite sonidos guturales profundos, como un "arrr" vibrante y áspero. En las colonias de cría también produce otros sonidos más suaves: "ghoo-gho".

MIGRACIONES:

Muestra patrones migratorios. Realiza desplazamientos cortos, y parece ser mayoritaria en invierno en las costas atlánticas y cántabras.

AMENAZAS Y CONSERVACIÓN:

El cormorán grande parece encontrarse en expansión y no presenta mayores problemas. Como principal amenaza destaca la caza furtiva, sobre todo en aquellas áreas de invernada donde la piscicultura constituye un importante recurso. Las molestias en las zonas de cría durante la época de nidificación pueden provocar la pérdida de las puestas.

En el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas aparece como "De interés especial".

CURIOSIDADES:

Muchos pescadores consideran a los cormoranes grandes competidores por la pesca. Por ello en el pasado fueron cazados casi hasta la extinción. Su población creciente de nuevo hace que el cormorán entre en conflicto con los pescadores y las piscifactorías.



Por el contrario, en oriente los cormoranes grandes son colaboradores tradicionales de los pescadores, ya que en China, Japón y el sudeste asiático se practica la pesca con cormorán. Consiste en atar una tira de cuero alrededor del cuello de los cormoranes amaestrados, lo bastante apretadas para impedirles engullir a sus presas y los llevan en sus embarcaciones. Los cormoranes se sueltan, y así pueden atrapar peces pero no pueden tragárselos, y de esta forma los pescadores pueden retirarles los peces obligándoles a abrir el pico, lo que activa su reflejo de regurgitarlos.

Cormorán grande mostrando su plumaje a modo de escamas

Por otro lado, en el norte de Noruega los cormoranes eran considerados semisagrados. Se creía que daba buena suerte que hubiera cormoranes cerca de los pueblos. Una antigua leyenda dice que la gente que moría en el mar, y cuyos cadáveres nunca se recuperaban, pasaban la eternidad en la isla de Utrøst (que solo en ocasiones podía ser encontrada por los mortales) y que los habitantes de Utrøst solo podían visitar sus hogares en forma de cormorán. 

© 2016 Aves de Badajoz. Rocío Salgado
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